Destruir discos y libros "piratas" es destruir discos y libros

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Es un error frecuente atribuir las destrucciones de libros a hombres ignorantes, inconscientes de su odio. Cuanto más culto es un pueblo o un hombre, más dispuesto está a eliminar libros bajo la presión de mitos apocalípticos. Sobran los ejemplos de filósofos, eruditos y escritores que reivindican la biblioclastia. Descartes pidió a sus lectores que quemaran los libros antiguos. Nabokov quemó El Quijote en el Memorial Hall, ante más de 600 alumnos. En esa historia de destrucción de libros un 60 por ciento desaparece por destrucción voluntaria” Fernando Báez*

Si a nosotros, acaso cultos y civilizados ciudadanos del presente, al examinar y reprobar las barbaries del pasado se nos revelase como particularmente intolerable e incomprensible la imagen de una hoguera de libros, ¿no deberían al menos alarmarnos estas hogueras del presente?… como siempre ha sido, las hogueras se harán en ‘defensa de la cultura’ (o de ‘alguna’ cultura).

Dice el epígrafe de ésta imagen: “Los artistas creen necesario tomar cartas en el asunto dada la preocupante situación”. Tomar cartas en el asunto ¿es destruir bienes culturales?, ¿los amantes de los discos, pueden celebrar la destrucción de discos, ya sean sacros o profanos?.

image### Hoy marchan por más quemas

Artistas y trabajadores marcharán en contra de los CDs «truchos»” decía la noticia. Hoy informa también como muchos «pro-hombres» de la cultura vernácula, se descubren entusiastas militantes de la causa, ¿estarán dispuestos a empuñar las modernas antorchas y encender las modernas hogueras?: “comunicaron su adhesión a la movilización representantes de renombre en el ambientes artístico y cultural como son Tito Cossa (presidente de Argentores), Leopoldo Federico y Susana Rinaldi (presidente y vice respectivamente de ADI -interpretes), y Atilio Stampone (presidente de Sadaic)”.

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Notas

  • (*) Fernando Báez es experto en bibliotecas y consultor de la Unesco, autor de “la Historia universal de la destrucción de los libros”.
  • Imágenes obtenidas de Infobae, NeoTeo y Pitts Theology Library Digital Image Archive.
  • Un ‘Index Librorum Prohibitorum’, (la última imagen es una ilustración de uno de estos libros), es una lista de las publicaciones que la Iglesia Católica catalogó como libros perniciosos para la fe, y que en una época terminaban quemados en la hoguera (en ocasiones junto con sus autores). Esta lista se actualizó y publicó periodicamente desde 1559 hasta 1966 (!).
  • La destrucción de copias no autorizadas (CD, DVD ó libros) decomisadas en procesos judiciales, es una medida frecuente dispuesta por los jueces (en ocasiones, destrucción aplaudida por los propios autores). Sin embargo habiéndose neutralizado el fraude y la posibilidad de lucro, estas copias existentes podrían destinarse a otro fin, por ejemplo donarse a escuelas, bibliotecas, o a la población en general. Literalmente pueden llegar a destruirse toneladas de libros en estos procedimientos. Simbólicamente se interpretan como destrucciones ‘en nombre de la cultura’, como en éste video, donde la aplanadora destruye el ‘material pirata’ nada menos que en la ‘Plaza de la Cultura’, ante la celebración de los concurrentes.
  • Subí una galería en Flickr con grabados e ilustraciones antiguas sobre quema de libros, recopiladas en el artículo ‘Incendiary texts: book burning in England, c.1640 – c.1660’ por Ariel Hessayon.
  • Gracias a Partido Pirata, Quemar las naves y La Cajita Feliz.