Profilácticos de Wikileaks

Este video enternecedor de los periodistas de El País –que me envió el camarada @jkusunoki– sería solo enternecedor si fuera falso, como la autopsia de aquel extraterrestre en Roswell, pero no lo es. Este video de 2:48 minutos es real. El gore del #findelperiodismo en YouTube. Escenas crudas de una masacre simbólica inusitada. Mírenlo, por favor.

¿Qué se ve?

Se ve a una de las últimas legiones romanas del periodismo tradicional arrasado por una barbarie digital que no comprende. Porque si la estructura digital de Wikileaks necesitó servirse de las plataformas web de las corporaciones del «periodismo tradicional», fue únicamente para concretar el doble golpe de su aniquilamiento técnico y simbólico. Digamos: para poder demostrar que todo aquello que el «periodismo tradicional» trafica cada día no sólo es irrelevante, sino para demostrar también que se le puede hacer pagar el costo público de su propia irrelevancia. Porque los bárbaros no acabaron con Roma cuando guerreaban contra sus legiones –como ya sonó por aquí alguna vez–, sino cuando se integraron a las legiones. «Y les digo, camaradas, que el discurso periodístico contemporáneo está cada segundo más plagado de los más maravillosos bárbaros, que no son precisamente quienes se aferran todavía a líneas editoriales o acusan a Wikileaks de desvalorizar el verosímil».

Lo enternecedor surge precisamente del contraste. De esos hombres del «periodismo tradicional» que sonríen y celebran el haberse convertido en profilácticos difusores de Wikileaks […]

Leer completo Wikileaks a contrapelo en Amphibia


Recordando esta noticia de hace unos meses, cuando Wikileaks llamaba la atención del periodimo tradicional, pero no era titular de diarios, mencionábamos cómo publicó un informe del Pentágono sobre el mismo Wikileaks, que los describe como “una amenaza potencial que debe eliminarse”. Sin dudas, a veces el Pentágono acierta en sus pronósticos.

Amazon, la tienda virtual que el año pasado borró de los Kindle de sus usuarios nada menos que el libro 1984 de Orwell, bloqueó a Wikileaks el uso de sus servidores, que sigue siendo víctima de ataques DDoS y en este momento tiene su dominio caído. En ALT1040 observan con suspicacia que Amazon, la misma empresa que vende un manual de pedofilia considera que no es apropiado hostear a Wikileaks