Los ciudadanos que actúan en redes distribuidas han de ser considerados insurgentes

[…] “Para apuntalar aún más las pretensiones recaudatorias de las entidades de gestión de esos pocos autores el estado es capaz de equiparar descargas y enlaces al P2P a terrorismo, asumiendo implicitamente el mismo mensaje que el 13M esgrimieron sus rivales del PP: los ciudadanos que actúan en redes distribuidas han de ser considerados insurgentes.

Mientras tanto los negociadores internacionales que impondrán una legislación globalizada y una organización tipo OMC (Organización Mundial del Comercio) actúan clandestinamente presentando excusas a EEUU por no poder escapar tan facilmente del debate público.

Cuando el estado se hace clandestino y la organización ciudadana se considera insurgente ¿dónde estamos? ¿Merece la pena crear tal nivel de conflicto y crisis institucional por apuntalar los intereses de unos pocos autores locales y multinacionales estadounidenses? ¿No sería mejor llegar democraticamente a un nuevo pacto social sobre la propiedad intelectual que garantizara el desarrollo social y tecnológico?

David de Ugarte, “El estado clandestino y la ciudadanía insurgente” (Vía Rebelión