SOPA congelada y esto sí es una PIPA
Si apareciera alegando que los ladrones de bancos pueden siempre escapar en vehículos con ruedas y preguntara: «¿Qué, acaso no podemos hacer algo al respecto?», la respuesta sería «No». Ello es porque no sabemos cómo hacer una rueda que sea ampliamente útil para usos legítimos de la red, pero inútil para los malos.Cory Doctorow en el Chaos Computer Congress
La presión de Sillicon Valley y la de Hollywood enfrentadas y combinadas, seguramente pusieron en un dilema a Barack Obama, ambos sectores son igualmente necesarios en la campaña: el apoyo de las figuras populares del espectáculo por un lado, y el uso intensivo de las plataformas sociales de la red por otro. La amenaza real de que la tensión tradicional se transformase en guerra nuclear, llevó a Obama a enfriar la SOPA: Cualquier esfuerzo por combatir la piratería en Internet debe protegerse contra el riesgo de la censura y no debe inhibir la innovación de nuestras dinámicas empresas. Debemos evitar alterar la arquitectura subyacente de la red
, dijo la Casa Blanca en un comunicado firmado incluso por Victoria Espinel, la “zarina del copyright” del gobierno demócrata, marcando un giro en su postura de alineamiento incondicional con bloque analógico.
“Rogue Sites”
Pero SOPA es sólo una de las leyes que actualmente circulan por Washington. La última arremetida comenzó con COICA, proyecto que se desinfló, pero que renació en PROTECT-IP/PIPA, E-PARASITES y SOPA, luego del fuerte lobby ejercido sobre políticos y gobierno por parte de la industria. Hollywood está en una cruzada irracional contra los “rogue sites”, los sitios “deshonestos” que incluyen enlaces a contenidos que la industria desea que no sean enlazados: es el nuevo fantasma que va a terminar definitivamente con el cine o la música, tal como lo hizo el VHS o Napster…
La condena de Hana Beshara de NinjaVideo, el enjuiciamiento de Brian McCarthy de Channelsurfing.net, la probable extradición de Richard O´Dwyer desde Inglaterra, el cierre de cientos de dominios, incluso de sitios extranjeros no es suficiente. Por cada sitio que cierran abren diez, que aprendiendo del anterior se hacen un poco más inmunes a la estrategia. Al igual que los estudios de cine se fueron al oeste huyendo de las patentes de Edison en su momento, los “rogue sites” terminan funcionando en países con legislaciones más abiertas, o sin tratados de extradición, donde la Homeland Security o el Customs and Border no puedan llegar… con las actuales leyes.
Hana Beshara, conocida como La Reina en la comunidad de NinjaVideo, por ser su fundadora. El sitio fue calificado como “rogue site” por el Departamento de Seguridad Nacional. Fue condenada a casi dos años de cárcel, a pesar de que NinjaVideo no alojaba audio o video, sólo enlaces. Con el secuestro del dominio se dieron de baja también los foros, blogs, y contenidos que mantenían los usuarios de su comunidad. Sin embargo, para la industria no es suficiente.
China, Irán y Siria
Quizás inspirándose en las nefastas declaraciones de Bono, el cantante de U2, sobre cómo China podría ser un buen ejemplo de bloqueo contra la “piratería”: conocemos de los nobles esfuerzos de América por detener la pornografía infantil, sin mencionar los innobles esfuerzos de China por suprimir la disidencia, esto es perfectamente aplicable para monitorear contenido
. En efecto, la industria advirtió el hecho de que tanto Irán, China o Siria censuraban eficazmente internet, y su red seguía funcionando, entonces ¡cómo no importar ese modelo a Estados Unidos!
Sabotaje legal a la red
Luego del repliegue de ayer, el consenso en Washington parece decir “el sistema de bloqueo por DNS es algo exagerado” porque entre otras cosas ilegalizaría los esfuerzos del propio gobierno por prevenir ciberataques y fraudes en su territorio. La cuestión es así: el sistema de DNS, que conecta cada IP con un nombre de dominio fue diseñado hace décadas, cuando palabras como phishing o spoofing todavía no se habían inventado o la perspectiva de una “ciberguerra” era inimaginable. Sin embargo, en 2012, esa posibilidad ya no es remota: un ataque masivo a los servidores DNS puede dejar fuera de combate toda la red: el sabotaje se produce “en el medio” del camino entre el usuario y el sitio de destino, sin que nadie pueda detectarlo. La respuesta fue DNSSEC, una serie de extensiones para los servidores DNS que hacen más robusto el sistema. El Gobierno Federal estaba tan interesado en el asunto que puso a colaborar al Departamento de Seguridad Nacional en su desarollo (paradójicamente la misma repartición que está atrás de la persecución a los “rogue sites”, y la elaboración de SOPA).
La contradicción aparece cuando se constata el hecho de que la aplicación de SOPA ilegalizaría o desalentaría el uso de DNSSEC: la intervención sobre los DNS técnicamente es igual que un sabotaje, pero autorizado por el gobierno, por lo que el sistema antisabotaje, debería dejar de utilizarse. (En Argentina el Juez Caramelo ordenó judicialmente la aplicación del spoofing contra Cuevana
Más ruedas cuadradas
Como dice Doctorow, este es el comienzo de la lucha, no el final. Y eso puede aplicarse aquí: manosear los DNS es como legislar una regulación que obligue a los fabricantes de ruedas a hacerlas cuadradas, así los ladrones de bancos no podrán escapar. Lamentablemente otros aspectos menos evidentes no generan las mismas alertas: en 1998 La “Mickey Mouse Copyright Act” prácticamente terminó con el dominio público en Estados Unidos, un daño grave, pero que pasa inadvertido para la mayoría.
Después de COICA, tanto el ejecutivo como el Senado nortemericano impulsaron proyectos más audaces: PROTECT-IP y e-PARASITES, el primero pasó a llamarse PIPA y está en el senado, el segundo SOPA y está en la cámara de representantes (diputados). SOPA cayó, pero atención, la idea de bloquear sitios en buscadores, penalizar los enlaces, secuestrar los dominios, darlos de baja en el hosting o quitarles la fuente de ingresos, sigue en pie, el intento tan rudimentario de legislar sobre DNS es, en verdad, un detalle pintoresco: hay muchas otras ruedas que intentarán convertir en cuadrados, con consecuencias igual de peligrosas.
A no bajar la guarda, la lucha sigue.