Bienvenidos al Dominio Público: Roberto Arlt

Roberto Arlt

He nacido el 26 de abril del año 1900. He cursado las escuelas primarias hasta tercer grado. Luego me echaron por inútil. Fui alumno de la Escuela de Mecánicos de la Armada. Me echaron por inútil. De los 15 a los 20 años practiqué todos los oficios. Me echaron por inútil de todas partes. A los 22 años escribí «El Juguete Rabioso», novela. Durante cuatro años fue rechazada por todas las editoriales. Luego encontré un editor inexperto.

Jamás será superado el feroz servilismo y la inexorable crueldad de los hombres de este siglo. Creo que a nosotros nos ha tocado la horrible misión de asisitir al crepúsculo de la piedad, y que no nos queda otro remedio que escribir deshechos de pena, para no salir a la calle a tirar bombas o a instalar prostíbulos. Pero la gente nos agradecería más esto último. El hombre en general me da asco, y tengo como única virtud el no creer en mi posible valor literario sino cinco minutos al día. Me interesan entre las mujeres deshonestas, las vírgenes; y entre el gremio de los canallas, los hombres honrados.

Roberto Arlt, cita (quizá levemente modificada) de “Cuentistas de Hoy”, Ed. Claridad, 1929.

Los 70 locos

El 26 de julio de 2012 se cumplieron 70 años desde la muerte de Roberto Emilio Gofredo Arlt, por lo cual, a partir del 1 de enero de 2013 según nuestra noble y benemérita ley 11723 de “propiedad intelectual”, su obra ha entrado en Dominio Público.

Suele decirse que internet es el paraiso de la impunidad, donde lo ilimitado y “la falta de normas” sumerge a los internautas en un clima de salvaje libertinaje, dejando como únicas opciones la represión o la vigilancianada más lejos de la verdad. A diferencia del mundo real, uno puede ir varios años a la sombra por abrir cartas que no debe, o pagar un fangote de plata por no borrar un inoportuno comentario a tiempo. O peor: ser procesado por abrir una simple biblioteca. En efecto, a diferencia de lo que ocurre en el limitado mundo material, en el descontrolado internet sólo están permitidas las bibliotecas en dominio público. En el mundo real uno puede crear una biblioteca y poner la lista entera de best-sellers del año en curso a libre disposición del público, y probablemente lo nombren ciudadano ilustre. Pero que no se te ocurra hacer lo mismo en internet, porque te caerá la policía, el mismísimo fiscal Sáenz, el FBI y hasta comandos de elite anti-terrorista.

Como comentaba Francisco, los textos de muchos de los autores que entraron en Dominio Público en este 2013 no abundan en la red (quizás los más de cien años en promedio que tardan para entrar en Dominio Público desde su publicación, no ayuden a mantener vivo el recuerdo). El caso de Arlt no es la excepción, y para acceder a su obra hay que hacerle frente a multitud de mañosos captchas pianta-bots, banners timberos imbloqueables y rabiosos popups de toda (baja) calaña, para llegar a algunos enlaces “mas esquivos que un mulo”… aunque sospecho que a Arlt le resultaría muy divertido encontrar a sus personajes circulando entre semejantes piratas, bergantes y malandrines virtuales.

Pero ahora que están en Dominio Público, ¡por fin los podemos poner en la biblioteca!.

Novelas:

Cuentos:

Aguafuertes:


Que a nadie se le escape que la verdadera motivación de todo ese copypasteo frenético, no ha sido otro que meter la obra de Arlt en texto plano dentro de un linusero repo de git y en formato markdown