¿Existe Osama Bin Laden? ¿existió alguna vez? ¿realmente murió? ¿o está en una isla, rodeado de mujeres, junto a Alfredo Yabrán? Los enigmas sobre un hombre que, como sucede con todo gran artista, no se sabe si es verdad, mentira o una mezcla de todo.
¿Se acuerdan cuando volaron las Torres Gemelas? ¿Se acuerdan que en Medio Oriente (en el Líbano, en Palestina) hubo gente que celebró? ¿Se acuerdan de las imágenes? ¿Se acuerdan también que Hebe de Bonafini dijo que a ella entendía a la gente que celebraba porque ella había sentido algo parecido a una alegría cuando vio a los aviones incrustarse en las Torres del World Trace Center? ¿Se acuerdan de las cosas que le dijeron a Hebe de Bonafini por haber dicho eso? ¿Y se acuerdan también que David Viñas publicó un artículo donde, con un impecable análisis de marxismo básico, decía que era lógico que hubiera gente que se alegrara porque esto formaba parte de la lucha de clases mundial, es decir, la lucha de los países oprimidos contra los países opresores?
¿Se acuerdan el repudio unánime que generaron en todo Occidente (desde los sectores más conservadores a los más progresistas) los intentos ya no de celebración, sino de apenas emitir una leve sonrisa por ver aquel magnífico espectáculo que el compositor alemán Karl Heinz Stockhausen calificó como «la obra de arte más perfecta»? ¿Se acuerdan los quilombos que le trajo al hasta entonces canónico e incuestionable Stockhausen aquel juicio sobre el atentado? ¿Se acuerdan que por decir eso al pobre de Karl Heinz automáticamente lo bajaron de la programación de todos los festivales de música contemporánea?
¿Se acuerdan que ustedes (sí, ustedes, porque sé que a muchos de ustedes les afloró el instinto antiimperialista y esbozaron al menos una sonrisita) tuvieron que guardar para los círculos más íntimos cualquier comentario sobre una posible simpatía hacia el atentado porque, como nunca, existió un “con eso no se jode” global, universal?
Después de todo aquello, ¿qué pensarán hoy aquellos que decían «qué barbaridad» al ver que en las calles estadounidenses «la gente» (sí, allá no existe eso de «el pueblo») sale a celebrar con más entusiasmo que si hubieran ganado un Mundial? ¿Les parecerá normal que en el país más serio del Mundo, en la cuna de la libertad y la democracia, haya tantas personas que celebren que el ejército de ese país entre en una nación extranjera sin autorización y mate sin someter a juicio a un tipo, por más que ese tipo esté acusado de crímenes de lesa humanidad? ¿Y realmente en los Estados Unidos «la gente» creerá que al tipo lo mataron, cuando nadie vio el cadáver, ni una prueba de ADN y rápidamente el cuerpo fue arrojado al mar? ¿O sea que la clave del Imperio consiste en tener un pueblo que, además de facho, es imbécil?
(*) Pablo Marchetti es el fundador de revista Barcelona.
Atilio Borón en Pagina/12 “Un Nobel sin escrúpulos”: Un signo más de los muchos que ilustran la profunda crisis moral de la “civilización occidental y cristiana” que Estados Unidos dice representar lo ofrece la noticia del asesinato de Osama bin Laden. Más allá del rechazo que nos provocaban el personaje y sus métodos de lucha, la naturaleza de la operación que terminó con su muerte es un acto de incalificable barbarie perpetrado bajo las órdenes directas de un personaje que con sus conductas cotidianas deshonra al Nobel de la Paz. […]
Así es el arma de Obama para intrucir la libertad en el mundo
Negra y dura. Cómo es la justicia global que impone a fuego, sangre y tortura el Premio Nobel de la Paz 2010 y presidente demócrata de los Estados Unidos.
Luchamos contra los DRM todos los días. Sin embargo, nos tomamos cada año este 4 de mayo para concientizar sobre los riesgos de los DRM, pero especialmente sobre la mala información frente a los usuarios de tecnologías, que frente a algunos productos, no saben con claridad a qué restricciones les están sometiendo. Como dice LibrePlanetes una oportunidad para unir a una amplia gama de proyectos, el interés de las organizaciones públicas, sitios web y los individuos en un esfuerzo por aumentar la conciencia pública sobre el peligro de la tecnología que requiere que los usuarios dan-el control de sus ordenadores o que restrinja el acceso en datos digitales y los medios de comunicación.
La fundación Via Libre indica que los DRM realizan la siguiente función:
detectan quién accede a cada obra, cuándo y bajo qué condiciones, y pueden reportar esta información al proveedor de la obra;
autorizan o deniegan de manera inapelable el acceso a la obra, de acuerdo a condiciones que pueden ser cambiadas unilateralmente por el proveedor de la misma con total independencia del lo que dicte el marco jurídico;
cuando autorizan el acceso, lo hacen bajo condiciones restrictivas que son fijadas unilateralmente por el proveedor de la obra, independientemente de los derechos que la ley otorgue al autor o al público.
¡Se libre! ¡Luchá por la libertad! ¡Enseñá la libertad!
Te cuento mi conversación de antes de ayer con un amigo escritor […] le pregunto ¿cómo va tu último libro? —Y… te lo cuento, dame un peso con sesenta, que es lo que me pagan por cada libro (que se vende a más de cuarenta), y te lo cuento, para qué te vas a gastar cuarentipico en comprártelo—
Ésto es lo que sucede, ésta es la norma, puede haber excepciones, pero la norma en la industria es ésta.
Sobre la “Revolución Argentina”, —denominación por la cual el director de SADAIC se refiere al golpe de estado liderado por el general Ongania que derrocó al gobierno democrático de Arturo Illia— que impuso una dictadura militar que duró siete años (gobierno del cual proviene el decreto ley que habilita a SADAIC como monopolio de la gestión sobre los derechos de los músicos), se puede obtener más información aquí
Recientemente Consumers Internacional (federación que congrega entidades de defensa del consumidor en todo el mundo) presentó su informe anual sobre cómo la propiedad intelectual afecta el derecho de los consumidores, el IP Watchlist 2011 que ubica a la Argentina en la lista de los 10 peores del mundo.
Beatriz es abogada, Presidenta de Consumidores Argentinos, Asociación para la Defensa, Educación e Información del Consumidor, y Miembro del Ejecutivo y Consejo de Consumers International.
La entrevista arranca con esta pregunta:
—Como consumidores, ¿en qué nos afecta nuestra ley de derecho de autor?
¿En qué nos afecta? por ejemplo: nuestra ley de derechos de autor no tiene ningún tipo de excepciones […] no hay ningún tipo de excepción educativa, o sea con fines educativos vos no podes utilizar ningún producto que esté protegido por el copyrigth […] no cuenta con cláusulas de uso justo, de uso personal […] las citas son sólo permitidas con fines didácticos y eso también está limitado, porque está limitado a mil palabras, o a ocho compases […] el pasaje de un cd a un mp3 tampoco está permitido; la fotocopia de los libros… suponete que querés estudiar, que querés fotocopiar para poder rayarlo, para poder resaltarlo… no está permitido; compaginar canciones, hacer remix para escuchar con tus amigos tampoco esta permitido […] todo esto limita terriblemente los derechos de los consumidores, y nos convierte a nosotros obligatoriamente en criminales, porque vamos en contra de la ley
Con relación al informe 301, Beatriz deja bastante claro cuáles son los intereses que están detrás, y qué objetivo, por el contrario, persigue el informe de IP Watchlist:
[…] Estados Unidos […] hace este informe [por el informe 301] para ver cómo está el tema de la propiedad intelectual, y cómo afecta a sus empresas en todo el mundo. Nosotros hacemos lo contrario: cómo está en relación a los derechos de los consumidores toda la legislación de propiedad intelectual. Estados Unidos lo que dice de nuestro país, de Argentina, es que nosotros seguimos en la lista esa de vigilancia prioritaria, porque si bien nuestra legislación es buena (para ellos es buena, para sus intereses es buena), los juzgados, las reparaciones civiles, no son efectivos, el poder judicial es renuente a imponer sanciones ejemplares por violar la norma […] ¿entonces qué pasa? sí, efectivamente, si esa norma se aplicara a rajatabla, yo creo que no queda ningún argentino en su casa, están todos en la cárcel
Otro tema interesante que se toca durante la charla, es el conflicto de derechos que generan las restricciones del derecho de autor:
—¿La ley de derecho de autor está perjudicando algún derecho constitucional que nosotros tengamos?
El Poema de Gilgamesh es el escrito literario más antiguo del que la humanidad tenga registro y conservación: de origen sumerio, escrito sobre tablillas de arcilla, con escritura cuneiforme, el poema narra las aventuras del rey Gilgamesh de Uruk. El poema, transmitido por tradición oral, fue fijado a pedido del rey Asurbanipal en el siglo VII a.C., quien fundó a su vez una biblioteca homónima donde llegó a recolectar más de 25.000 tabletas de arcilla.
El poema presenta algunos de los temas literarios más frecuentes: el descenso del héroe a los infiernos, la ausencia prolongada del hogar, el viaje que exige el aprendizaje por parte del protagonista. Estos temas constituyen la base narrativa de la humanidad.
Sólo cuatro cosas fueron necesarias para que el Poema de Gilgamesh llegara hasta el siglo XXI: un soporte de la escritura, una biblioteca, un escriba y una persona con amor por los libros. No se necesitaron editores, intermediarios o autores. Fue así como desde aquel primer soporte escrito tuvieron que pasar 25 siglos para que el libro pudiera ser un objeto al alcance de todo el mundo: la verdadera revolución cultural no fue la imprenta, la caída de las monarquías, el autor romántico que sufre frente a los avatares del mundo o el editor consagrado a empresas fútiles para defender la cultura y el arte. Cuestiones más mundanas, como el pasaje del rollo al códex y la fabricación del papel industrial, fueron los cambios introducidos en el proceso de fabricación del libro que permitieron que las obras pudieran fijarse en un soporte más maleable y, fundamentalmente, más barato.
Por supuesto, la historia de los últimos siglos trató de personajes y situaciones igualmente mundanas. Editores que se arrogaban los favores de la nobleza; nobles que editaban libros porque les permitía acumular poder simbólico frente a sus pares; reyes desesperados por contener las protestas religiosas; inquisidores y editores que delataban a los herejes y una Iglesia aún fuerte que pretendía controlar las condiciones de circulación del discurso.
Es de estas épocas, también, frente a la censura eclesiástica y monárquica, la creación de las primeras asociaciones «piratas», que permitieron un comercio paralelo del libro e introdujeron libros prohibidos en el mercado mediante mecanismos tan surtidos como pintorescos: cambiarle los colofones o las tapas a los libros; ingresarlos por el mercado negro, fueron algunas de las tantas estrategias que se idearon para vencer la censura. […]
[…] En cuanto a las obras en formato digital, todos los usuarios de una biblioteca, gratuitamente y sin necesidad de autorización, deberían poder: consultar el material protegido por el derecho de propiedad intelectual disponible públicamente; leer, escuchar o ver de forma local o remota el material protegido por el derecho de propiedad intelectual […]
Donar un libro a una biblioteca para que todo el mundo lo lea.
Subir un libro a internet para que todo el mundo lo lea.
El Acta de las Bibliotecas Públicas fue la primer ley destinada a promover el Acceso Universal a los libros a través de Bibliotecas Públicas.
Fue promulgado por el parlamento inglés en 1850.
A ningún editor o escritor de la época se le ocurrió decir que promover el acceso gratuito a los libros fuese “un robo” o “piratería”
¿Quiénes son los piratas?
Sumate! Escaneá y subí libros a internet.
Tradicionalmente el préstamo e intercambio de libros fue una actividad valorada socialmente como una práctica edificante, fomentada e incluso financiada por estados y organismos de bien público. Nunca las regulaciones comerciales de la industria editorial pusieron trabas a la forma en que los lectores intercambiaban, coleccionaban o prestaban sus libros, ni tampoco a la cantidad de lectores que tenían acceso a cada libro. Mucho menos a las instituciones que se encargaban de sistematizar este proceso de prestamos y acceso masivo: las bibliotecas.
Actualmente se libra una batalla cultural que pretende incorporar al sentido común la absurda noción que prestar o intercambiar libros, o permitirle a otros su acceso en el ámbito digital, es un delito. No dejemos que prácticas que durante siglos fueron percibidas como virtuosas, como donar libros a las bibliotecas, se tranformen ahora en un estigma.
Internet es la gran biblioteca del siglo XXI, en sus estantes hay libros digitales de todo tipo, cada uno de nosotros puede ser un bibliotecario encargado de cuidar y catalogar cada obra que circula por la red, y donar nuevos ejemplares. Que nuestro sentido común no sea avasallado. Crear bibliotecas para que todo el mundo tenga acceso no es un crimen. Tampoco en internet.
El Derecho de Autor y las Restricciones a la cultura
Cada 26 de abril, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual invita a pensar en el impacto de la Propiedad Intelectual en la innovación y el conocimiento. Esta celebración, establecida como aniversario de la entrada en vigencia del convenio que dio origen a la OMPI, tiene entre sus objetivos centrales dar a conocer la incidencia de las patentes, el derecho de autor, las marcas y los diseños en nuestra vida cotidiana. Con este objetivo en mente, la Fundación Vía Libre, Wikimedia Argentina, Consumidores Argentinos, Creative Commons Argentina, entre otras organizaciones, proponemos discutir el impacto real del Derecho de autor en nuestras vidas a través de un debate crítico sobre la Ley 11723 vigente en Argentina.
El encuentro tendrá lugar en el Centro Cultural de la Cooperación, Av. Corrientes 1543, el martes 26 de abril, con varias actividades desde las 17 hasta las 21hs.
La Ley de Propiedad Intelectual en Argentina criminaliza las prácticas profesionales de bibliotecarios, docentes, investigadores y estudiantes, que necesitan copiar materiales bajo derecho de autor para cumplir con sus tareas y misiones esenciales: brindar acceso a la información, promover la educación y dar cumplimiento al derecho de libre acceso a la cultura.
Talleres
¿Wikipedia, qué, cómo, quién? por Leandro Ferrari.
¿Qué son las licencias libres y cómo usarlas? por Beatriz Busaniche.
Lanzamiento del sitio de Creative Commons Argentina por Evelin Heidel.
La Copiona, de FM La Tribu ¡traer CDs vírgenes para grabar!.
Charla Plenaria:
La Propiedad Intelectual en tu vida cotidiana. Todo lo que la ley prohibe y por qué es urgente cambiar la 11723.
“Votar con computadoras es abrir una puerta grande al fraude”
Richard Stallman
Hoy en Salta un tercio del padrón se desmaterializará: del concreto y sencillo papel, a un montón de bits y evasivas marcas electromagnéticas manipuladas por una empresa que tiene la palabra “magia” en el nombre de su razón social, “Magic Software Argentina S.A.”. La realidad, sin dudas, siempre supera la ficción: “Abracadabra y aparece un voto, abracadabra y desaparece otro”, podría ser una buena idea para su eslógan comercial. Pero empecemos por el principio.
Tecno-optimismo interesado
Hay algunos tecno-optimistas —ingenuos o interesados— que sostienen que los problemas de fraudes y corrupción se solucionan agregando en el medio algo que contenga la palabra “electrónico” o “digital” por algún lado. Malas noticias para ellos: si alguien puede hacerte fraude con papel, indudablemente podrá hacerte fraude con bits. Con un agravante: los bits pueden escalar la magnitud de la estafa con mayor eficacia y a menor costo.
En esta segunda década del nuevo milenio, hablar de la crisis financiera global es tema inevitable, “crisis” que no ha sido otra cosa que una monumental estafa de alcance planetario¿alguien en su sano juicio puede sostener que el uso de “medios electrónicos” ha aportado algo de “transparencia” a un sistema sospechado de corrupción generalizada? El sistema financiero es líder indiscutido en la aplicación de “tecnología de vanguardia” en la gestión de sus operaciones desde siempre, sin embargo a juzgarpor losresultadosactuales, es evidente que este avance tecnológico no ha servido para hacerlo ni más justo, ni más fácil de auditar…
La idea de que la aplicación de la tecnología es algo bueno en sí mismo es una idea falsa. Lamentablemente, se ha instalado en nuestro sentido común, y el fetiche tecnológico es sutilmente aprovechado por algunos oportunistas, desde funcionarios que necesitan repetir la palabra “digital” o “avance tecnológico” en alguna entrevista, hasta empresas interesadas en cerrar negocios nada despreciables.
Votos privatizados
El caso del voto electrónico, o para ser más riguroso, especialmente el uso de urnas electrónicas, es uno de esos casos. La tecnología, lejos de aportar claridad al proceso, aporta oscuridad al acto electoral. Por si fuera poco, lo deja a merced de empresas privadas, delegándoles la fabricación, programación y gestión de los dispositivos de votación, que sólo los especialistas informáticos podrán (quizá) auditar. Esta afirmación no es una idea paranoica del autor de esta entrada, el Supremo Tribunal Constitucional de Alemania piensa igual, y declaró inconstitucional el e-voto. Holanda e Irlanda, siguen alternativas semejantes.