Carta abierta a D. Eduardo Bautista,
Director General de la Fundación Autor
Estimado Señor Bautista:
Hemos tenido conocimiento en ADG-FAD (Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos) del concurso que la Fundación Autor, que usted dirige, ha convocado para resolver su necesidad de “un logotipo que habrá de conformar la identidad corporativa de la Fundación Autor”.
Nos sentimos decepcionados. Nosotros también somos creadores, y defendemos el trabajo de los creadores. Por ello, no entendemos que para resolver lo que debiera ser un encargo profesional, esa Fundación opte por una solución que supone especular con el esfuerzo y las horas de trabajo de decenas de profesionales de la creación, para que solo uno de ellos se vea recompensado por ello.
Es evidente que por poco dinero, el que pagarían al realizar ese encargo a un diseñador profesional, su Fundación pretende disponer de decenas de opciones donde elegir, que muchos trabajen y que solo uno cobre.
Nos sorprende también la exigente cesión de los derechos que imponen al ganador, sin ninguna limitación ni de uso, ni en el tiempo, incluso el de transformación sin limitación alguna. Tratándose de una organización que defiende los derechos de los creadores, cabría esperar unas condiciones más razonables. No nos sirve el argumento de que estos concursos son una práctica habitual, también lo es la descarga de archivos para eludir los derechos de los autores, y no creo que eso lo consideren ustedes un atenuante.
Le invitamos a reconsiderar la convocatoria. Un concurso restringido, con remuneración mínima por participación, sería sin duda una opción mucho más acorde con los principios de defensa de la creación y de los autores que esa Fundación tiene como bandera. Si deciden hacerlo, nuestra asociación o cualquiera otra de diseñadores de las que existen en nuestro país pueden asesorarles para que la convocatoria sea justa. Y posiblemente, obtendrían también un resultado mejor.
Parafraseando mal a Orwell, no queremos pensar que para su Fundación “todos los creadores son iguales, pero unos son más iguales que otros”. Estamos seguros de que no es así.
Sin otro particular, atentamente
Alvaro Sobrino
Presidente de ADG-FAD
Asociación de Directores de Arte y Diseñadores Gráficos
Juan Vucetich llegó a afirmar años más tarde que el documento de identidad era el equivalente legal del individuo; su representación perfecta, la cifra matemática de su individualidad.[…] Algunos años después, el que fuera su discípulo, Luis Reyna Almandós, llegó a afirmar que el «documento» y la asignación de un número a cada persona era en realidad un derecho, pues ese número único e irrepetible facilitaría la existencia de los individuos, protegería su honor de confusiones con otros y garantizaría la verdadera identidad. Finalmente llegó a proponer que para mayor comodidad ese número fuera tatuado en el cuerpo de cada individuo. […] Para entonces el régimen nazi en Alemania estaba [también] obsesionado por esta tarea identificatoriaGabriel Ignacio Anitua, en ”¡Identifíquese!”[^1]
Cumpla con su obligación. Pase el portafolios por el detector, identifíquese en el control, entregue sus datos al oficial, deje sus huellas en el formulario, abra su bolso, muestre sus pertenencias personales, déjese filmar, déjese fotografiar, desnúdese en el aeropuerto… y entregue la sangre y el ADN de su hijo al gobierno de su ciudad.
Biometría y ADN
La biometría es el estudio de métodos automáticos para el reconocimiento único de humanos basados en uno o más rasgos conductuales o físicos intrínsecos. El término se deriva de las palabras griegas «bios» de vida y «metron» de medida.
Las huellas o perfiles genéticos son uno de esos rasgos humanos individuales actualmente susceptibles de ser medidos y registrados. Sin embargo a diferencia de las huellas dactilares, del iris o la voz, el ADN no sólo ofrece datos que permiten identificar a una persona, sino también develar una enorme cantidad de información sobre el individuo, desde relaciones de parentesco, hasta predisposiciones para enfermedades y otros rasgos personales: los genes son depositarios de las características únicas heredadas por cada ser humano, por lo tanto susceptibles de ser individualizados, y a medida que avanza el conocimiento del genoma, más datos se podrán conocer.
Giorgio Agamben identifica el sistema de trazado biométrico de los individuos con un “tatuaje biopolítico”, (en referencia a la biopolítica foucaultiana, las sutiles tecnologías del poder) un procedimiento de marcación que traza una continuidad entre las democracias contemporáneas y los modelos abiertamente disciplinarios. La biometría autoriza la inscripción y el fichaje del elemento más privado y más incomunicable de la subjetividad y lleva a su término un proceso de captura del cuerpo por parte del poder.
La intromisión a lo íntimo, que aquí se manifiesta en la extracción forzada de la marca más primaria de nuestro cuerpo biológico, implica una forma de ultraje a los derechos del individuo. Mantener resguardada la esfera privada es la decisión idiosincrática de trazar la frontera entre la existencia personal y el entorno social. […] todo individuo, sea desconocido o célebre, pretende hacer percibir al otro que es una «persona», es decir, «a distancia» de los papeles, los lugares, las funciones sociales según Gérard Vincent, autor de “Historia de la vida privada”.
Biometría porteña, Haciendo Buenos Aires
Desde hace algunos años avanzan proyectos sobre el “fichaje genético” en la legislatura porteña y el Congreso de la Nación.
[…] eso beneficia a mis hijas que no tienen capacidad para ganarse la vida como lo hice yo, a quienes eduqué como jóvenes señoras que no saben, ni logran hacer nada
Mark Twain, refiriéndose a la extension del copyright
El 1° de Enero ha sido propuesto como El Día del Dominio Público, porque es la fecha legal de expiración del plazo del copyright, según las leyes de casi todo el mundo. Al transcurrir setenta años desde su muerte, el 1° de enero de 2011 ingresan al Dominio Público los autores fallecidos en 1940. Setenta años es el “estándar de facto” aplicado por las leyes de casi todo el mundo —aunque el mínimo recomendado por la OMPI es de cincuenta.
Pero atención, esto no implica que las traducciones de la obras hayan ingresado al Dominio Público también. Un perverso mecanismo de privatización permanente de las obras, las aleja de su devolución al patrimonio colectivo: cada instancia de reelaboración, (traducción, re-edición, revisión) generalmente agrega nuevas capas de restricciones. Por esa razón, fotocopiar una edición reciente de la “Divina Comedia”, o una imagen de la “Victoria de Samotracia” puede ser todavia ilegal, aunque sus autores originales hayan entrado en Dominio Público hace centurias.
Los enemigos de la cultura suelen referirse al Dominio Público como el páramo o la piratería legal^1^, sin embargo la posibilidad del uso libre de las obras es lo que fomenta el circuito de “la creación”, es decir alimenta el tejido de citas provenientes de los mil focos de la cultura^2^. Y siendo que las prácticas artísticas son sociales y las ideas no son originales sino virales: se unen con otras, cambian de forma y migran a otros territorios^3^, fortalecer el Dominio Público es la política más eficaz para fomentar la producción de nuevas obras (es decir, exactamente lo opuesto que hacen nuestros legisladores.
Paul Klee fue un pintor alemán nacido en Suiza, su obra es difícil de clasificar. Sus pinturas generalmente se asocian al surrealismo, al expresionismo y a la abstracción. También escribió ensayos y apuntes sobre arte, en particular durante su periódo de enseñanza en la Bauhaus.
(3) John Buchan fue un político y novelista escocés. Fue Gobernador General de Canadá, y como escritor destacan sus novelas de aventura, como el thriller de espionaje ‘Los Treinta y Nueve Escalones’, llevado al cine en 1935 por Alfred Hitchcock.
(4) El político y teórico revolucionario marxista Lev Davídovich Bronstein más conocido por Leon Trotsky, no necesita muchas referencias. En “La revolución permanente“ Trotsky plantea que la revolución no puede limitarse a una sola nación concreta, sino que debe ser internacionalizada, para asegurar su continuidad. Parece que tuvo razón.
(5) Francis Scott Key Fitzgerald fue un célebre novelista estadounidense, perteneciente a la “Generación Perdida” influenciada por la época de la Gran Depresión: tras años de crecimiento, el endeudamiento y la especulación financiera desencadenaron una gran crisis mundial de efectos sociales devastadores (¿suena conocido?). ‘El gran Gatsby’ es su novela más conocida. También escribió guiones cinematográficos para la Metro-Goldwyn-Mayer. Por cierto, si deseas filmar tu propia versión de ‘The Curious Case of Benjamin Button’ ya no necesitarás comprarle los derechos a los herederos.
(6) Emma Goldman fue una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer, militante anarquista y feminista, de origen Lituano. Fue expulsada de EE.UU. en 1919. Emigró a la Unión Soviética, donde participó de la sublevación anarquista de Kronstadt. John Edgar Hoover, la calificó como una de las mujeres más peligrosas de América.
(7) Mikhail Bulgakov es un escritor y dramaturgo ruso. Su obra más conocida es la novela ‘El maestro y Margarita’. Bulgakov fue víctima de la censura y la persecusión del régimen estalinista. Sus libros circularon como samizdat (duplicaciones caseras de distribución clandestina). Paradójicamente, esta condición de autor perseguido hace que se postergue el ingreso de sus obras al Dominio Público en su país de origen, ya que las leyes de la actual Federación Rusa consideran que deben tomarse 70 años desde el momento de terminada la proscripción —si el autor falleció antes— y luego de la publicación, si se trata de una obra póstuma.
Debería ingresar al Dominio Público la obra del músico uruguayo José Razzano, que conformó uno de los dúos de intérpretes y compositores de Tango más famosos de la historia: Gardel-Razzano. Razzano murió en 1960, y según las leyes de su país, trancurridos los 50 años, su obra pasa a Dominio Público. Sin embargo el laberinto legal contempla otros factores: el país de publicación de la obra, las leyes de un país sobre las disposiciones de otro, etc. Pero quizá haya chances que la música de ‘Mano a Mano’ esté en Dominio Público en algún lado.
(*) Would you like to print this poster? send me the measurements you want, and I will return the digital file for printing, for free!. (ndh [at] derechoaleer [dot] org)
[1] En EE.UU. la Nashville Songwriters Association se ha referido al Dominio Público como «piratería legal» y en España, Caco Senante, lo llama expolio del fruto del esfuerzo del creador, David Bravo en ‘Copia este libro’. En Argentina durante los debates legislativos que terminaron con la extensión de 20 años en el monopolio de explotación privada sobre los fonogramas algunos “representantes” del sector de la cultura se refirían al Dominio Público como un páramo donde las obras quedaban expuestas al uso colectivo.
Los verdaderos piratas de la industria discográfica están en las multinacionalesJoaquín Sabina
Los talibanes de Internet
Luego de algunos malabares retóricos para disimular las auténticas culpas de quienes verdaderamente le han quitado la virginidad a sus canciones —sus propios fans— “robándolas” en el file-sharing, el cantante y compositor pop Alejandro Sanz arremete en un artículo en El País contra esos abyectos “burdeles musicales” y “proxenetas de las canciones robadas”, de la “trata de blancas, de negras, fusas y semifusas”, las temibles… páginas de enlaces. Si algo están aprendiendo las estrellas, es que no es del todo conveniente lanzarse directamente contra su propio público.
Los nuevos fascistas, según él, son esos sitios que indican a los usuarios dónde encontrar lo que buscan. Así como las guías de TV, esas revistas que incluyen un detallado y ordenado índice de dónde encontrar los programas de TV que interesen, los llamados “sitios piratas” (o “sitios de enlaces”, dicho correctamente) no son más que un índice de “la programación” de internet1. De igual forma que las guías de TV, no emiten señal, ni son responsables de la programación, ni de los televidentes que están colgados al cable, las páginas de enlaces se limitan a indicar las coordenadas virtuales (el enlace) del programa, serie, canción o película que se busque, pero que alojan o intercambian otros. Vaya triquiñuela que han encontrado para sacar algunos euros con la publicidad… como las guías de TV. Sin pagarle nada a los proveedores del contenido… como las guías de TV. Podrá parecer un curro… como las guías de TV. Pero no es ilegal… como las guías de TV.
El “problema” es que así también lo han entendido los Jueces españoles —esos jueces que aún falta “educar”2 lo suficiente, según los cables de wikileaks. La Ley Sinde no es otra cosa que la instauración de un expeditivo sistema administrativo para eludir este anecdótico tramiterío burocrático propio de los países que se definen como democráticos: las leyes y el poder judicial independiente. Como los jueces no fallan a nuestro gusto —dijeron los funcionarios y lobbistas en una loable actitud republicana— saquemos a los jueces del medio… allí está el fascismo que a los verdaderos fascistas, lógicamente, les cuesta ver.
Aunque la siguiente cita del Assange de ficción realmente vale la pena:
¿Cuáles son las diferencias entre Mark Zuckerberg y yo? Veamos. Yo te doy información privada de las corporaciones, gratis, y soy el villano. Mark Zuckerberg, en cambio, le da tu información privada a las corporaciones por dinero… y él es el «Hombre del Año».
Las protestas de Anonymous en la web son el equivalente en Internet de una manifestación masiva. Es un error llamarlo hacking (inteligencia lúdica) o cracking (quebrantar la seguridad). LOIC, el programa que está siendo utilizado por el grupo, fue pre-configurado, por lo tanto no requiere de gran ingenio para ser ejecutado, y no rompe la seguridad de ninguna computadora. Los manifestantes no han intentado tomar el control de la página web de Amazon, ni extraer ningún dato de MasterCard. Más bien, entran por la puerta principal del sitio, el cual simplemente no puede dar abasto con el volumen de visitas.
Es también un error llamar a estas protestas “ataques DDoS”. Un ataque DDoS, hablando con precisión, se realiza con miles de computadoras “zombis”. Alguien quiebra la seguridad de los equipos (generalmente con un virus) y toma el control de los mismos en forma remota, luego los utiliza como “botnet” dirigiéndolos al unísono según su voluntad (en este caso, para sobrecargar el servidor). Por el contrario, los manifestantes de Anonymous generalmente pusieron sus propios equipos a disposición para las protestas.
La comparación correcta es con la multitud que la semana pasada protestó en las tiendas Topshop. Esos manifestantes no irrumpieron en los locales, ni se llevaron ningún producto, pero sin lugar a dudas causaron algunos trastornos a su propietario, que además ejerce como “consejero” del gobierno británico —para poder continuar con la extracción de dinero evadiendo impuestos, es de suponer.
“lamentablemente en España se lee poco, pero lo importante es que no se lea pirata”
Parlamentaria española durante un debate televisivo*
Matando músicos
Grupos de internautas celebran y grupos de creadores y artistas se lamentan, se repite por los titulares de los medios a raíz de la fracasada Ley Sinde. Sin embargo este planteamiento maniqueo, es una falacia. Está hecho en los términos del discurso de la industria. Ya sea por motivos ingenuos o intencionales, la afirmación sólo refuerza la propaganda de las gestoras, las editoriales o las discográficas. Lo cierto es que:
Los internautas son creadores y los creadores son internautas
El equívoco surge de confundir a “los creadores” (denominación tendenciosa si las hay) con el 1% de los artistas o intérpretes1 que reciben amplios beneficios de la industria de la distribución. Artistas que (vilmente) utilizan su imagen —más simpática para el público que la de un ejecutivo de una multinacional— “en representación”2 de todos los artistas, de todos los autores, de todos los intérpretes…
De la misma forma que las opiniones de los programadores que ocupan los puestos mejor pagados por Microsoft, nunca podrían ser tomadas como el emergente representativo de la opinión de “los programadores” en general, no debería aceptarse tan livianamente la representatividad de aquellos artistascuyos compromisos con la industria son harto evidentes. Entre los programadores habrá quienes simpaticen con los modelos de distribución y licenciamiento restrictivo de Microsoft, y habrá otros que decidieron hackear el copyright concientes de que las restricciones en el uso del código perjudica particularmente a los mismos programadores. Pero ninguno podría afirmar que la práctica del programador “peligra” si peligra el futuro Microsoft y su modelo privativo.
Entre los artistas, se sabe que un pequeño porcentaje incrementa sus ingresos mientras más prospere el modelo cerrado de la gran industria del entretenimiento. Es natural que sus opiniones se vean algo influenciadas cuando les toque referirse al sistema que les paga sus residencias en Miami o la Costa Azul, pero ¿qué pensará la inmensa mayoría de artistas que nunca recibirá beneficios —si no más bien perjuicios, de este sistema?. Pocas veces los medios les colocan un micrófono enfrente para que expresen su opinión.
Tampoco es cierto que existan intereses contrapuestos entre “creación” y acceso. Los escritores, por ejemplo, nunca interpretaron que las bibliotecas fuesen un ámbito hostil donde sus obras quedasen a merced del “saqueo” de los lectores y la impune “cultura de lo gratis”, como para ponerse a hacer lobby por su cierre. Nunca la apertura de una biblioteca se constituyó en un suceso que los creadores literarios lamentaran y que sólo los “lectores de lo gratuito” celebrasen. Los escritores saben bien que la biblioteca es una vidriera, un santuario de la preservación, y una fuente de lectura infinita para ellos mismos. Por esa razón, se opusieron tan vehementemente, no hace mucho, contra el perverso canon a las bibliotecas europeo. Internet es exactamente lo mismo: una gran biblioteca. Lamentablemente muchos escritores no lo entienden así. O secretamente si, pero claramente quieren convencernos de que no.
Contrarrestar la propaganda
Hay que enfatizar entonces, para contrarrestar tanto discursotendencioso, sobre aquello que no dicen los “representantes” de la cultura que salen seguido por los medios masivos.
La aprobación de esta ley se daba por descontada hace algunos meses atrás, claro que después del impacto de la liberación de cables de wikileaks sobre propiedad intelectual, que confirmaron la sospecha de que la Ley Sinde no era más que el producto del lobby de intereses de la industria del entretenimiento norteamericana, muchos apoyos comenzaron a caer: la influencia de un titular en exclusiva del diario El País —por más que nos pese— diciendo “EEUU ejecutó un plan para conseguir una ley antidescargas”, y dejando al desnudo a politicos y funcionarios españoles claudicando vergonzosamente frente a intereses foráneos para impulsar una ley impopular, generalmente, tiene el efecto de provocar el alejamiento de votos de aquellos partidos y políticosque la apoyen.
Aunque Walter Goobar probablemente ya esté elucubrando una nueva teoría sobre cómo todo este asunto de Assange y Wikileaks no es otra cosa que una estrategia de la ultraderecha norteamericana… para poder seguir descargándose películas gratis de las webs de enlaces españolas.
Muy filoso Sánchez Almeida en ésta entrada de su blog en en elmundo.es de hace unos días:
[…] Mutilar el ingenio creativo del director es un error común en las producciones norteamericanas, y la Ley Sinde no fue una excepción. Su estreno fue desastroso, y a ello contribuyó la filtración en Internet de copias de mala calidad, lo que obligó en reiteradas ocasiones a reescribir el montaje. La impostada sobreactuación de sus protagonistas —muy especialmente los histriónicos Tourné, Farré y Guisasola— acabó convirtiendo el film en la peor coproducción legislativa de la historia.La Ley Sinde fue una imposición extranjera, una obra de encargo, y como consecuencia de ello, una producción mediocre. Pero el estiércol es fértil, y hasta la peor de las películas puede encerrar una feliz metáfora: si algo nos ha enseñado la Disposición Final Segunda del proyecto de Ley de Economía Sostenible es cómo se hacen las leyes en España. El prisma narrativo de la Ley Sinde puede extrapolarse a todas y cada una de las actuaciones legislativas de nuestro Gobierno, dirigidas a blindar a la oligarquía financiera que ha sumido al país en la peor crisis de su historia.No he citado el referéndum de la OTAN en vano: la humillación del Gobierno Zapatero por el gigante norteamericano pasa en todo momento por encima de la voluntad popular, que un 12 de marzo de 1986 votó por la reducción de las bases militares norteamericanas en España, por la no incorporación a la estructura militar de la Alianza Atlántica, y por la prohibición de introducir armas nucleares en territorio español. La cáustica comicidad de la Ley Sinde no puede competir en los Goya frente al terror global en el que nos ha sumido este Gobierno. […]
Las Asociaciones, abajo firmantes, integrantes de la FILAIE, Federación Iberoamericana de Artistas Intérpretes y Ejecutantes, reunidas en Asamblea General, en la ciudad de México, los días 24 y 25 de noviembre de 2010, por unanimidad resuelven expresar su preocupación, en relación al anteproyecto de ley, elaborado por el Ministerio de Cultura de la Republica Federativa del Brasil, en los siguientes términos:
y luego se despachan…
El anteproyecto de ley en cuestión, viola los principios constitucionales soberanos que garantizan a los titulares de derechos autorales y de aquellos que lo son conexos, la facultad de utilizar, usufructuar y disponer de sus creaciones intelectuales
“principios constitucionales soberanos”, comillas, comillas, comillas… la soberanía le corresponde a los pueblos, no hay ningún derecho divino que coloque a los titulares de derechos por encima de las leyes. Dicho en forma correcta: el anteproyecto limita el monopolio privativo concedido a los titulares de derechos. Un buen comienzo podría decirse, ¡Viva el anteproyecto brasileño!