La presiones que ejercen los Estados Unidos por distintos canales para que los demás países endurezcan sus leyes sobre la llamada “Propiedad Intelectual”, a esta altura ya no es ninguna primicia.
Pueden citarse a modo ilustrativo varios ejemplos, como los vergonzosos fundamentos del proyecto de ley del “Canon Digital” argentino –de la Senadora del FPV, Adriana Bortolozzi de Bogado– que entre sus considerandos admite sin disimulo, nada menos que declaraciones del Embajador de EE.UU. y datos aportados por la Secretaría de Comercio Exterior norteamericana.
Más allá de estos casos explícitos, se sabe que la influencia de las embajadas norteamericanas sobre temas relacionados con “propiedad intelectual”, está siempre presente en conversaciones con políticos y funcionarios locales. Sin embargo el cablegate de Wikileaks permite ponerle nombres, fechas y lugares concretos a lo que era especulación y sospecha.
Se ve a una de las últimas legiones romanas del periodismo tradicional arrasado por una barbarie digital que no comprende. Porque si la estructura digital de Wikileaks necesitó servirse de las plataformas web de las corporaciones del «periodismo tradicional», fue únicamente para concretar el doble golpe de su aniquilamiento técnico y simbólico. Digamos: para poder demostrar que todo aquello que el «periodismo tradicional» trafica cada día no sólo es irrelevante, sino para demostrar también que se le puede hacer pagar el costo público de su propia irrelevancia. Porque los bárbaros no acabaron con Roma cuando guerreaban contra sus legiones –como ya sonó por aquí alguna vez–, sino cuando se integraron a las legiones. «Y les digo, camaradas, que el discurso periodístico contemporáneo está cada segundo más plagado de los más maravillosos bárbaros, que no son precisamente quienes se aferran todavía a líneas editoriales o acusan a Wikileaks de desvalorizar el verosímil».
Lo enternecedor surge precisamente del contraste. De esos hombres del «periodismo tradicional» que sonríen y celebran el haberse convertido en profilácticos difusores de Wikileaks […]
Recordando esta noticia de hace unos meses, cuando Wikileaks llamaba la atención del periodimo tradicional, pero no era titular de diarios, mencionábamos cómo publicó un informe del Pentágono sobre el mismo Wikileaks, que los describe como “una amenaza potencial que debe eliminarse”. Sin dudas, a veces el Pentágono acierta en sus pronósticos.
Amazon, la tienda virtual que el año pasado borró de los Kindle de sus usuarios nada menos que el libro 1984 de Orwell, bloqueó a Wikileaks el uso de sus servidores, que sigue siendo víctima de ataques DDoS y en este momento tiene su dominio caído. En ALT1040 observan con suspicacia que Amazon, la misma empresa que vende un manual de pedofilia considera que no es apropiado hostear a Wikileaks…
Los que hoy tienen entre 10 y 15 años nacieron con la idea de no pagar por las cosas. Ahí está lo más subversivo de esta generación. Tienen naturalizada la gratuidad con que acceden a contenidos, salvo por el costo del servicio de Internet. Si politizamos ese campo, si se dan cuenta que es una estrategia desobediencia civil contra las corporaciones, ahí hay algo interesante. Es importante que haya una conciencia, que no se descarguen canciones simplemente para no pagarlas, sino que detrás de eso haya toda una política, una ideología, otra cosmovisión. Identificar eso como acciones políticas concientes. Ahí hay un potencial muy grande en la próxima generación
Sebastián Vázquez, organizador de Fábrica de Fallas.
Un fantasma recorre el mundo: el fantasma de la convergencia. Con este espíritu, Fábrica de Fallas se propuso, en sus inicios allá por el 2008, volar los techos del sentido común. Es así como buscó enlazar diversas experiencias unidas por algún denominador común, que abarcara el espectro que va desde los movimientos campesinos hasta los programadores y activistas de software libre, pasando por estudiantes universitarios, músicos y editores independientes, colectivos feministas, apóstatas y movimientos ecologistas. La reunión de un arco ideológico de lo más diverso es el potencial político de estos encuentros: diferentes perspectivas que se reúnen para entablar un diálogo en común sobre sus proyectos políticos, sus acciones y sus sujetos.
¿Cuál es, según nuestra visión, el objetivo de Fábrica de Fallas? Reapropiarnos de las tecnologías para volverlas herramientas políticas de liberación, destruir su carácter de herramientas para la opresión y la dominación y volverlas herramientas para permitirnos la autonomía sobre nuestros cuerpos, nuestra relación comunitaria, nuestras formas de vida.
Charlas: una invitación a caminar juntos
En este contexto, la primera charla de Enrique Chaparro ya prometía con su título: Me cago en la cultura, especialmente en la libre. Como buen amigo de esta casa virtual, podríamos resumirla del siguiente modo: hablar de cultura libre en un contexto donde los sujetos continúan siendo oprimidos es un oxímoron. El Chapa, con su habitual lucidez teórica y crítica, trata de separar la paja del trigo instándonos a llevarnos ideas de sus charlas, a sabiendas de que el camino abierto es novedoso pero que necesita siempre de una gran dosis de capacidad autocrítica. La praxis asociada a la teoría, más que una cuestión pragmática, es una obligación ética que ayude a impedir la reorganización de un paradigma social que muestra, a todas luces, su agotamiento.
Sobre eso trató la otra charla a la que asistimos: El glifosato mata, a cargo de Carlos Vicente y Andrés Carrasco (estaba invitado también Ángel Strappazzon del MoCASE, pero por razones de fuerza mayor no pudo asistir). La crisis del modelo desarrollista, el riesgo planetario de la concentración capitalista, el nuevo modelo de dependencia alimentaria de las dos “revoluciones verdes”, la apropiación de las formas de vida y los avances hacia el neofascismo fueron algunos de los desafíos a los que nos invitaron a reflexionar tanto Carrasco como Vicente.
El segundo día de Fábrica de Fallas abrió con la presentación del libro “Argentina Copyleft” publicado por Fundación Vía Libre, a cargo de Lila Pagola y Beatriz Busaniche. Nuevas tecnologías, restricciones legales al intercambio de cultura y conocimientos y alternativas en la construcción de cultura fueron tres de los muchos temas que se hablaron. La tía MEC ofreció además un enfoque desde la perspectiva de los derechos humanos: acceder –y agregamos nosotros, apropiarnos de– a la cultura es un derecho humano consagrado en diversas constituciones y convenios, cuyo rango es mayor que la defensa de la “propiedad intelectual”.
Clorofila
El año pasado se había instalado una pizarra de corcho con unas bolsitas de papel y estrellitas para que cada uno escribiera su falla, la dejara y se llevara la de otro. Un sano intercambio de defectos socialmente inútiles, resignificados como potencialidades políticas. Este año, se cambió la pizarra por una instalación de plantitas que recibieron su riego y ducharon a más de uno. Un poco de agua fresca y formas de vida para alentar a seguir pensando.
Masa crítica
Las charlas de este año, al menos a las que pudimos asistir, tuvieron una ligera diferencia con respecto a la anterior.
306 a favor, 322 en contra, 26 abstenciones. El Parlamento Europeo abre la puerta a ACTA informan en Nación Red.
La Comision Europea tiene desde hace hoy carta blanca para firmar ACTA. El paso previo y decisivo se ha dado. Se ha formalizado lo que el Tratado de Lisboa demanda pero en la “calle” no es normal. La mayoría de los eurodiputados y el “gobierno” por un lado. La calle por otro. Al menos la acera por la que avanza la sociedad civil informada. La resistencia
Condenados
La Corte de Apelación de Svea en Estocolmo ha condenado a los responsables del portal de descargas The Pirate Bay, uno de los principales del mundo para intercambiar archivos, por ser cómplices de un delito contra la ley de derechos de autor, dice la noticia en Publico.es, indicando que Peter Sunde, de 32 años de edad, ha sido condenado a 8 meses de prisión; Fredrik Neij, a 10 meses de prisión; y Carl Lundström, a 4 meses de prisión. Cada uno de los condenados tendrá que responder a una indemnización de 1,66 millones de euros. Recordemos que Pirate Bay no guarda un solo archivo que viole “derecho de autor” en sus servidores, sólo indexa enlaces a material intercambiado en redes torrent, conceptualmente, lo mismo que hace Google indexando enlaces a paginas web, o la guía de avisos clasificados recopilando direcciones y teléfonos (a quienes no les cabe la responsabilidad de verificar la estricta legalidad de cada sitio referido). Mientras, el Parlamento Europeo avala un documento como el ACTA, que entre otras cosas, dificultará el transito de medicamentos genéricos hacia países pobres.
Cada vez más organizaciones se suman a este encuentro en el que se discuten la Cultura Libre y el Copyleft. Este año, en la sede de La Tribu, habrá charlas, música, instalaciones artísticas, programas de radio e intercambio de archivos vía pendrives.
Esta semana recién pasada Gregg Gillis ha publicado su quinto disco. La totalidad de sus canciones son tan originales como ilegales. Según Wikipedia, en nota editada solo horas después de su publicación online, Gillis –también conocido como Girl Talk– se sirvió de 372 piezas de canciones para construir All Day, sin contar con la autorización de sus titulares de derechos de autor. Sin ir más lejos, el sello que publica el disco se llama, casi como si fuera un arriesgado guiño a una industria que ha hecho de los tribunales de justicia la mesa a patear, Illegal Art. Todo comienza con uno de los riffs más famosos de la historia del rock y la quebradiza voz de Ozzy Osburne en War Pigs repentinamente comparte pista con las rimas de 2Pac y Jay-Z. Siguiendo el cálculo de los abogados de la industria discográfica –según algunos los únicos que se benefician en esta guerra del copyright– Gregg Gillis debería haber depositado en las cuentas de la industria musical más de 23 millones de dólares para hacer un disco que respetara los dictámenes de la regulación del derecho de autor. De ese derecho que al parecer tiene poco de protección a autores y mucho de defensa de la industria y sus abogados.
“¿Dónde están las palabras, dónde la casa, dónde mis antepasados, dónde están mis amores, dónde mis amigos? No existen, mi niño. Todo está por construirse. Debes construir la lengua que habitarás y debes encontrar los antepasados que te hagan más libre. Debes construir la casa donde ya no vivirás solo.”
Noviembre Arde otra vez. El sábado 27 y domingo 28 de noviembre vuelve Fábrica de Fallas, el ya mítico festival de Cultura Libre y Copyleft del colectivo La Tribu en su edición 2010. Se desarrollará con variadas actividades durante tarde y noche (desde las 13 hasta las 22hs.), con charlas, talleres, feria, presentaciones, instalaciones y videoconferencias. Entre las conversaciones:
“Me cago en la cultura (especialmente en la libre)”. Una alternativa que se niega a contribuir con energías y saberes a reorganizar el sistema en nuevas formas de dominación cada vez más invisibles. con Enrique Chaparro, el sábado de 13 a 15 hs.
“Argentina Copyleft”. Presentación del libro editado por la Fundación Vía Libre, que recorre los debates en torno a la Ley Noble y el modelo de derechos autor en nuestro país. Con Julio Raffo y Bea Busaniche, el domingo de 13 a 14 hs.
“El Glifosato mata”. Las consecuencias ambientales y sociales que se desprenden del uso de agroquímicos. Mapeo y alternativas. Con Andrés Carrasco, Carlos Vicente (GRAIN y Ángel Strappazzon (MoCaSE-VC, el domingo, de 18 a 20 hs.
“El Capital (Cognitivo)”. Cuando la creatividad y el arte son combustible de lujo para el capitalismo, ¿qué podemos hacer?. con Alejandro Kaufman, Franco Ingrassia y Lila Pagola, el sábado de 15 a 17hs.
“A”. Experiencias de Autonomismo en todo el mundo. Palestina, Chiapas, País Vasco, Territorio Mapuche. Con Carlos Aznares (Coordinadora Vasco Argentina para la solidaridad con Euskal Herria), Rafael Araya Masry (Federación de Entidades Argentino-Palestinas) e invitados a confirmar, el sábado de 17 a 19 hs.
“Amor inalámbrico”. El amor libre, las maneras de amarnos y sus consecuencias. Conversación colectiva para una nueva educación sentimental. Con Gabo Ferro, Osvaldo Baigorria y Paola Raffetta, el domingo de 16 a 18 hs.
[…]Es una obra con 44 temas que van saliendo periódicamente, para descargar y en ediciones limitadas en formato EP. Lo que me pasa es que ya no creo en los álbumes. No quiero vivir en función del resultado de una canción en un simple, así que quise encontrar una manera que me viniera bien y que mantuviera vivo el entusiasmo. Evidentemente, hacer música hoy es un viaje muy distinto al que empecé hace 22 años. Las posibilidades son ilimitadas y quise mostrar a los fans que se puede subir el piso del nivel de calidad y desafío.
–¿Tomaron esta decisión por las descargas ilegales en mp3?